Las características biológicas, psicológicas y sociales del niño justificaron en su momento el nacimiento de la pediatría como especialidad médica. A lo largo de su ya larga historia, las enfermedades de los niños han constituido un desafío para el pediatra, que precisa mantener actualizados los conocimientos adquiridos durante su formación para hacer frente a su labor clínica de forma eficiente.
Los importantes avances científicos logrados a partir del último tercio del siglo pasado sobre el conocimiento de las diferentes patologías infantiles, propiciaron la creación y posterior desarrollo de las especialidades pediátricas. Afrontar el reto de condensarlos en un libro y mantener su puesta al día constituyen una tarea titánica.
El libro de pediatría de Manuel Cruz, que inició su andadura en 1966 como obra de autor único con fines docentes, fue incorporando materias hasta transformarse en Tratado a partir de su 5ª edición. Pero fue a partir de la 8ª cuando adquirió su actual dimensión, al incrementarse notablemente su contenido y ofrecer la participación a un número creciente de autores. La excelente recepción de las anteriores ediciones del Tratado, unida al incremento incesante de los conocimientos pediátricos en los últimos años, ha animado a su director a continuar su encomiable labor. La 10ª edición del Tratado de Pediatría dirigida por el profesor Cruz Hernández, -El Cruz-, como es conocido en los ambientes pediátricos, se ha confirmado como el libro de referencia para los pediatras de habla castellana, ya que se trata del libro sobre patología infantil más completo y valioso escrito en nuestra lengua y a la altura de los mejores textos de pediatría publicados en el mundo en los últimos años.
En el diseño de una obra de estas características, su director ha tenido presente el carácter troncal de la pediatría. Su concepción integradora es evidente en cada uno de los capítulos de la obra, en los que, de acuerdo con una sistemática lógica, se ofrecen las bases fisiopatológicas y los últimos hallazgos en biología molecular de cada una de las enfermedades que se abordan, así como las novedades diagnósticas y terapéuticas suficientemente contrastadas.
La generosa incorporación de capítulos sobre pediatría social confiere a este libro un importante valor añadido, no sólo como ayuda en la práctica clínica asistencial, sino también de la labor docente. La conjunción de estos hechos ha permitido la edición de un libro que, por su claridad expositiva, mantiene intacto su valor didáctico inicial, que lo hace fácilmente asequible y, consecuentemente, muy atractivo.
La continuidad de este Tratado de Pediatría, que alcanza ya 10 ediciones, se debe a la sabiduría, el tesón y la lucidez de su director, un maestro de la pediatría que, superados los 80 años de vida y con más de medio siglo de experiencia docente e investigadora, mantiene viva su capacidad de transmitir conocimientos, con el único objetivo de contribuir al bienestar del niño y el buen hacer del pediatra.
La diversidad del origen de los autores, seleccionados atendiendo exclusivamente a criterios científicos contrastados y el reconocido prestigio de su equipo de redacción: director, co-director y directores asociados y adjuntos, aseguran la calidad de esta consolidada publicación. La buena labor de la editorial Ergon y de su director, Jaime Masip, se puede apreciar en el diseño y la nueva presentación de la obra.
Como presidente de la AEP, quiero agradecer el honor de haberme brindado la oportunidad de prologar esta nueva edición del Tratado de Pediatría, lo que me permite, en nombre de los pediatras españoles, transmitir nuestra gratitud al profesor Cruz por su firme voluntad en mantener latente el objetivo que le indujo a publicar la primera edición del libro: transmitir el conocimiento actualizado de la pediatría.
Una pormenorizada revisión del contenido científico de la obra permite apreciar con objetividad el brillante momento en el que se encuentra la pediatría española en su integridad y en cada una de las subespecialidades pediátricas lo que, como presidente de la AEP, me enorgullece y estimula para contribuir, desde nuestras posibilidades, a que esta excelente obra se mantenga viva.
Deseo que este libro tenga todo el éxito que se merece y desde la AEP ofrezco el máximo apoyo institucional para una amplia difusión en España y Latinoamérica. Estoy convencido de que se seguirá utilizando como libro de consulta, no sólo en las bibliotecas personales, sino también en las institucionales (hospitales, centros de salud y departamentos universitarios), ya que su valiosa información científica, actualizada en gran parte de acuerdo con la sistemática de la pediatría basada en la evidencia, permitirá al lector afrontar con seguridad diagnósticos controvertidos o tratamientos apropiados.
La Asociación Española de Pediatría, que pretende a partir de ahora liderar la formación continuada de sus asociados, tiene el honor de avalar por primera vez esta 10ª edición del libro, como preludio de la nueva etapa que ahora se inicia, ya que, por generosa decisión de su director, el Tratado de Pediatría, como herencia científica de la pediatría española, pasará a ser editado a partir de la 11ª edición por la Asociación Española de Pediatría. La incorporación de prestigiosos pediatras nacionales y latinoamericanos, unido a las estrechas relaciones que mantenemos con la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), nos permiten vislumbrar un venturoso futuro para esta obra de excelencia en lengua castellana.